Problemas de Geografía Personal

sábado, febrero 17, 2007

Teclado



La misma forma o parecida; las mismas letras, los mismos números, una distancia similar entre sus cuadrados simétricos. Ante cualquiera, igual a los demás de su especie. Símbolos que no significan nada por sí solos, que se abren o se cierran, buscando respuestas o expresando sentimientos… Sentimientos… escondidos dentro de cuadrados simétricos que no serían nada sin unas manos, unos dedos, que los pulsaran. A ritmo. A compás. Con un lenguaje interno, único, como el de las olas rompiendo sobre la costa, o el ir y venir de la cola de un perro… Los dedos se pierden entre cada signo carente de todo, vacío, y forman todo un mundo que no se acaba en sí mismo… que pervive y continua más allá de donde acaba la materia, plástica, de la que está hecho. Igual a los demás de su especie, pero no… yo sé de él, lo conozco. Ha sido testigo de preguntas y lágrimas, de miedos y horas tratando de encontrarle un sentido al mundo. Sus formas son parte de mi historia, sus tonalidades (de blancos y negros), hijas de mis dedos… No está sucio… sólo tiene vida y muerte entre su simetría; constancia en sus maneras; fuerza en sus decisiones; capacidad de evolución… Porque Entrar no siempre es hacia el mismo sitio… alguna vez me abrió la puerta a la paz y otra me dejó dentro de una guerra… Porque Espacio no siempre es vacío y ausente de gravedad, en ocasiones marca el límite imposible de una posibilidad encubierta… Letras y números se suceden en un círculo infinito de sentidos y sin sentidos porque, igual que cualquier tipo de palabras, no tienen sus formas más valor que aquel que les cargue el mundo que las habita…