Problemas de Geografía Personal

lunes, abril 24, 2006

Recuerdos


La lluvia me dio una tregua y me permitió caminar no bajo sino sobre ella... La lluvia deja un olor, un sabor, un tacto diferente en aquello que roza. También el oído es diferente: crujir, fluir, un remolino, una remezcla de todo; lo amasado por el agua acompañaba a mis pasos mientras mi mente se ocupaba en recordar. Detuve la marcha un instante y me senté; detuve también los recuerdos y traté de dejarlos libres para que tomaran la forma que respondiera a su significado, sin obligarlos a estar, a ser o pertenecer a algo concreto. Sólo así se les conoce (y reconoce) realmente. Y ellos me respondieron en un bombeo continuo de efectos personales, conocidos y desconocidos aún. Me respondieron con formas y colores. Jugué, como los niños con las nubes, a perfilar mis recuerdos intuyéndolos, dándoles un nombre. Pero no era más que un juego, porque ellos, libres ya de todo aquello que ata, habían decidido por su cuenta, y la decisión era firme...